domingo, 15 de septiembre de 2013


Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura e importante novelista y ensayista contemporáneo, explica en su ensayo para el Diario El Paísde España “Más información, menos conocimiento”, la influencia que  tienen actualmente  las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) en nuestra vida y cultura.

El nobel, cita como ejemplo la experiencia del escritor norteamericano, Nicholas Carr autor del libro “Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?” (Taurus, 2011), como una de las personas más afectadas con el cambio que ha generado la revolución informática.

“Carr, en su libro reconoce la extraordinaria aportación que servicios como el de Google, Twitter, Facebook o Skype prestan a la información y a la comunicación, el tiempo que ahorran, la facilidad con que una inmensa cantidad de seres humanos pueden compartir experiencias, los beneficios que todo esto acarrea a las empresas, a la investigación científica y al desarrollo económico de las naciones, sin embargo, esto tiene un precio y, en última instancia, significará una transformación tan grande en nuestra vida cultural y en la manera de operar del cerebro humano como lo fue el descubrimiento de la imprenta por Johannes Gutenberg en el siglo XV que generalizó la lectura de libros, hasta entonces confinada en una minoría insignificante de clérigos, intelectuales y aristócratas.”

En la actualidad, la mayoría de usuarios dependemos de internet y otras nuevas tecnologías. Nos hemos mal acostumbrado a que un ordenador resuelva nuestras inquietudes, confiándoles información personal, datos primordiales, y sobre todo nuestras mentes. Recordemos que todo en exceso resulta siendo dañino.

Siete de cada diez personas creen que internet puede resolver todos sus problemas cognitivos por ser considerada “la mejor y más grande biblioteca del mundo”. Los internautas olvidan lo que significa sentarse a leer un libro “de cabo a rabo” y que “cuando la memoria de una persona deja de ejercitarse se entumece y debilita como cuando se dejan de usar los músculos.”

La situación es preocupante, ya que el estar a la vanguardia con las nuevas tecnologías de la información y comunicación implicaría reducir la capacidad de nuestros cerebros para construir estructuras estables de conocimientos, es decir, nos volveríamos unos completos “bobos”, pues con el pasar de los años nuestro cerebro disminuiría su poder de entendimiento, comprensión y reacción.

Finalmente, Vargas Llosa atribuye que si Nicholas Carr tiene razón, la imparable robotización humana por Internet cambiará la vida cultural y hasta cómo opera nuestro cerebro.

Por su parte, el blog especializado en temas de nuevas tecnologías “Clases de periodismo”, explicó el artículo de Mario Vargas Llosa a través de su post “La robotización humanafrente a las facilidades tecnológicas online” recalcando que no se trata de satanizar la adquisición de conocimiento con herramientas online, si no de crear conciencia respecto a la necesidad de fomentar la profundización del mismo.

Asimismo, para ahondar un poco más en el tema el Licenciado en Comunicación Social, Sandro Medina Tovar responde algunas de nuestras interrogantes:

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